Andreu Alfaro

Escultor de formación autodidacta, inicia su actividad artística a finales de los años cincuenta con una escultura de herencia constructivista para desarrollar, en las tres décadas siguientes, una obra cambiante y diversificada pero fiel a ciertas concepciones básicas: la asimilación en la creación artística de la metodología de los procesos y materiales industriales, una vocación sintética en la forma y el convencimiento de que la escultura debe recuperar su carácter público y conmemorativo. Mención especial merecen sus casi cien esculturas monumentales, construidas a escalas sorprendentes y con una vocación de integrarse en los espacios públicos como verdaderos monumentos colectivos, que se encuentran en numerosas ciudades españolas (Madrid, Valencia, Barcelona, Burgos, Gerona), en Alemania (Colonia, Maguncia, Frankfurt…) o en EEUU (Nueva York). En reconocimiento a su larga y creativa dedicación a la escultura ha sido galardonado con el Premio Nacional de Artes Plásticas (1981) del Ministerio de Cultura, el Premi d’Honor Jaume I (1980) y la Creu de Sant Jordi (1982) de la Generalitat de Catalunya. En 1991 recibió también el Premi Alfons Roig de la Diputació de València. A Alfaro le gustaba aplicar sus conocimientos geométricos para crear obras abstractas. Sus obras suelen estar llenas de matices, que juegan con el módulo, con la serie, con la luz y con el color. También se le definió como un artista minimalista, aunque tampoco a esa definición se ajusta un arte cargado de significado. En un plano más personal, Andreu Alfaro fue un artista comprometido con la sociedad en la que vivía. Los ideales de democracia, libertad, ilustración, etc. aparecían siempre en sus obras, como también aparecen sus inquietudes nacionalistas. Alfaro, fuera de toda definición, gusta de aplicar sus conocimiento geométricos para crear sugerentes obras abstractas. Obras llenas de matices, que juegan con el módulo, con la serie, con la luz, con el color (recuérdese sus trabajos de plexiglás de colores) y que no se hacen difíciles al espectador, pese a su complejidad real. También se le ha definido como un artista minimalista, aunque tampoco a esa definición se ajusta un arte cargado de significado. En un plano más personal, Alfaro es un artista comprometido con la sociedad en la que vive. Los ideales de democracia, libertad, ilustración. Alfaro fallece en Valencia el 14 de diciembre de 2012.

No responses yet

Deja una respuesta